Camellos engancha. Es esa mezcla; su música, su discurso y su actitud. Es la sonrisa socarrona que se te queda después. Tras escucharles y escucharte entonando sus letras, tarareando sus canciones. Es esa manera de asentir la primera vez que descubres alguno de sus temas. Cuando te ríes porque lo entiendes. Cuando te enfadas, porque tienen razón.
Está guay. Mola. Es divertido. Está bien ir a trabajar con Camellos en el coche. Está correcto escucharles en el metro. Camellos sonando por el altavoz te apaña un sábado limpiando tu casa. Pueden incluso levantar el ánimo mientras tomas unas copas. Camellos pone patas arriba tu garito favorito. Sí, si suena Camellos es buena señal.
Porque la vida pesa y el jueguecito de la banda madrileña la hace más liviana. Camellos a modo de terapia. Disparan a dar y hablan claro, sin filtros. Aprovechan las canciones para poner las cosas en su sitio. Van de cara y eso, a veces, molesta. Pero a ti te gusta.
A ti te gusta y quieres gritar. Con contundencia. Sin reparos.
Hazlo.
Hazlo con ellos. Camellos están de gira. Estarán en León (El Gran Café), Oviedo (Tribeca Live), Granada (Sala Planta Baja), Bullas (Sala La Almazara), Madrid (Teatro Barceló) y San Sebastián (Sala Dabadaba). Quizá te pilla bien, en tu ciudad. Quizá, además de un concierto, te cuadra viaje. 2x1. De nada.
Cantar en tu casa está bien, en concierto es otra cosa. Saltar con Camellos en directo es la experiencia completa. Pogo, juerga, incorrección. Si ya les has visto, poco que añadir, querrás volver. Además, la banda presentará adelantos de su cuarto álbum -¿ya has escuchado 'Quién se ríe ahora'?- .
Resumiendo, que puedes comprar tu entrada aquí.
De nada.
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